Cuando estamos en la playa o en la piscina tomando el sol cuidamos mucho que los bañadores, bikinis y trikinis no nos dejen las dichosas marcas blancas. Pero ocurre un extraordinario fenómeno. Y es que fuera de estos dos escenarios típicamente veraniegos, es decir, la playa y la piscina, solemos olvidar por completo que el sol sigue ahí arriba calentando con fuerza. Y, por lo tanto, aunque estemos en la ciudad, las marcas blancas siguen asiendo una amenaza al buen bronceado. Esto es algo que especialmente deben tener en cuenta las personas que trabajan al aire libre, ya que mientras desempeñan su labor, no estarán atentos al sol. Pero antes de ir a trabajar, sí es posible tener en cuenta unos trucos muy sencillos.
Es altamente recomendable que nos apliquemos crema solar en las partes del cuerpo que quedan a la vista, aunque no estemos en la playa en traje de baño. Nos referimos a la cara, las manos, brazos y piernas y pies. Respecto a la cara, las mujeres deben prestar especial atención a la parte superior del labio.
Pero hay más trucos. Para que cuando nos quitemos las sandalias no parezca que todavía las llevamos puestas, conviene cambiar de tipo de calzado. Por ejemplo, si un día llevamos sandalias de tiras, al día siguiente procuraremos ponernos un calzado con una forma diferente, como unas chanclas de dedo. Lo mismo ocurre con el escote. Hay tanta variedad en camisetas, que no siempre tenemos que llevarlas con mismas formas. Escotes de pico, de corazón, más altos y más bajos, palabra de honor… Así evitaremos que las marcas blancas se apoderen de nuestra piel, aunque trabajemos en plena calle bajo el sol.
Claro que, si eres de los que tienen la posibilidad de ir a la playa, ¡no la desaproveches! Pero tampoco olvides utilizar un buen aftersun hidratante al final de la jornada. ¡Y a disfrutar del verano!