Con la llegada del verano, uno de nuestros imprescindibles es la crema solar. Tanto si vamos a la playa como si estamos al aire libre, tenemos que proteger nuestra piel del sol para evitar un envejecimiento prematuro, así como problemas que puedan llegar a ser más graves. Además de tener en cuenta el SPF, cada tipo de piel necesita de una crema específica: puede que sea sensible, que tenga acné, que se necesite un anti-edad o una mayor dosis de hidratación.
Un inciso, ¿sabes cómo se mide el factor de protección en una crema solar? En la revista QUO lo explican así: si en una persona el enrojecimiento de la piel se produce tras 10 minutos de exposición al sol, al emplear un producto con FPS 6, ese enrojecimiento tardará 60 minutos (seis veces diez) en producirse.
Si lo que necesitamos es una crema solar para pieles de sensibilidad intermedia a pieles muy sensibles, Biotherm cuenta con su gama ‘Lait solar’, que se inspira en su famosa leche hidratante ‘Lait Corporel’ que a tanta gente le gusta.
Lancome cuenta con una línea que combina el sistema filtrante de amplio espectro UVA-UVB con un activo antioxidante y una trilogía de aceites preciosos. De esta manera, esta leche de alta protección preserva la piel del fotoenvejecimiento. Además, esto no impide que la piel obtenga un bronceado homogéneo y duradero.
El aloe vera se usa también en las cremas solares por sus propiedades cicatrizantes, regeneradoras, hidratantes y antiinflamatorias. Así, se pueden encontrar productos de Babaria, con protección alta que sigue las recomendación europea para proteger la piel frente a los rayos UVB, causantes del eritema solar-quemaduras, y a los rayos UVA, los responsables del envejecimiento prematuro de la piel. También posee un acción para acelerar el bronceado.
Por el tipo de piel, mucha gente busca cremas solares que sean no grasas. En este sentido, los protectores de Nivea, como el de la gama ‘refresh’, son un clásico y, además, previenen del envejecimiento de la piel y de las quemaduras solares.
Marcas como Australian Gold, aúnan la protección solar con propiedades de fórmulas bronceadoras. En este caso, se emplean ingredientes únicos y vitaminas esenciales para una hidratación añadida y defensa de la piel ante el sol. Muchos de sus productos, como el Australian Gold SPF 30 Spray Gel incorporan fruta de ciruela australiana Kakadu, que es extremadamente rica en vitamina C, aceite de té de árbol australiano, semilla de girasol y aceite de oliva, aloe vera y vitamina E. Por ello, conjugan los factores de hidratación, cura y protección con una protección alta.
Asimismo, existen cremas solares específicas para la cara, con factores de protección 50 y de textura muy ligera o protectores antiedad para el rostro. Es recomendable aplicar con frecuencia tanto si se está en la playa como fuera de casa por la sensibilidad facial. También hay otras leches que combinan la acción antiedad con la antimanchas.
La gama es amplia como ves, así que recuerda: ¡antes de tomar el sol, nunca olvides de proteger tu piel!