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Una sala iluminada y muy vanguardista nos estaba esperando para que las formadoras de la marca nos presentaran los últimos y los próximos lanzamientos. Aquí me voy a detener puesto que quedamos maravilladas con el refuerzo del concepto de una de sus últimas creaciones: Visionnaire Crescendo. ¿Qué es? Se trata de un peeling progresivo, en dos fases, inspirado por dermatólogos, con un objetivo clave, conseguir una piel nueva, como si de un entrenamiento deportivo se tratara, combinando periodos de esfuerzo con periodos de descanso; en nuestra piel se traduce en primero prepararla y luego estimularla, consiguiendo una mayor eficacia.

Ahora que ya he tenido la oportunidad de probarlo, lo recomiendo a todas las edades, a todo tipo de pieles y, resumiendo, a todas aquellas mujeres que quieran conseguir una piel más suave, radiante, revitalizada, con líneas de expresión difuminadas y con un tono y textura uniforme. Esto se consigue gracias a la aplicación de su primera fase, con ácidos frutales y que durante 14 noches aplicaremos con nuestra piel limpia y como primer paso evitando el contorno de ojos y labios. A continuación se puede aplicar tu suero y crema de noche habitual.

En la segunda fase, durante las restantes 14 noches, aplicamos  ácidos glicólico y salicílico, ayudándonos a combatir los signos de envejecimiento. Durante el tratamiento con Crescendo, a la mañana siguiente y con mi piel limpia, he tenido la precaución de utilizar una crema de SPF 20, en este caso, para complementar la acción de perfeccionamiento en mi piel. He aplicado Visionnaire Crema, ya que con su fórmula de Jasmonato corrige y rellena la piel y me la protege de los rayos UV. Os tengo que decir, que tras 28 noches mi piel está visiblemente más luminosa, mis arrugas más difuminadas y poros reducidos.

Con una piel perfeccionada ¿qué buscamos para estar del todo bellas? ¡Pues está claro! Un maquillaje adecuado a cada una de nosotras, con sus texturas, propiedades y colores. Así pues, llegamos a un backstage como el de los desfiles de modelos y allí nos hicieron sentir como tales. Pudimos maquillarnos con toda la variedad de color Lancôme y probar las atrevidas y divertidas tendencias con los nuevos Matte Shaker, un rojo de labios líquido de alta pigmentación, acabado mate y de larga duración, pero manteniendo el confort. Mi color habitual es el Energy Peach (272) pero animo a las más atrevidas a combinar los dos tonos estrellas de Matte Shaker: Pink Power (378) en el labio superior y Magic Orange (186) para el inferior. ¡Atrévete!

Nos divertimos participando en el photocall, sentadas en un sofá con formato de labios y con unas bonitas chisteras, nuestras sonrisas y felicidad eran evidentes. Para finalizar, descendimos por unas elegantes escalinatas, llegando a un bonito panel de rosas Lancôme, donde cerrando esa bonita puerta, esperando poder visitarla en un futuro. Tras esta visita, afirmo que Lancôme consiguió su cometido: las mujeres llegamos a Lancôme para ser más bellas y nos vamos más felices«.