Han pasado ya 51 años desde que un 5 de agosto de 1.962, Marilyn Monroe nos abandonase a causa de una sobredosis cuyas circunstancias nunca fueron esclarecidas. Sólo contaba 36 años y desde entonces su mito y su belleza han permanecido inalterables, superiores en su fuerza al paso del tiempo. Convertida en icono del pop art y símbolo sexual de su generación (también de la nuestra), es de sobra conocida su relación con la casa Chanel y, más concretamente con su perfume fetiche, nº5.
«Solo duermo con unas gotas de Chanel Nº5». Esa simple frase bastó para convertir un perfume que ya nació para el éxito, en una fragancia mítica y que desprende sensualidad. En el clásico de los clásicos de los perfumes. En la fragancia de las fragancias. Corría el año 1.952 cuando la actriz pronunció esas palabras y convirtió a Chanel nº5 en un icono que todos los hombres querían para sus mujeres. Aunque sólo fuese para que olieran igual que su mito erótico…
Una relación que la firma Chanel se encargó de recordar con un maravilloso vídeo en 2012 en el que podemos escuchar a Marilyn Monroe diciendo esa frase que corrió de boca en boca pero que hasta entonces nadie había podido escuchar. Dos minutos y medio que valen realmente la pena.
