El diseñador cántabro Angel Schelesser siempre se ha caracterizado, en su incursión en el mundo de los perfumes, por apostar por fragancias frescas en las que las naranjas, las mandarinas o el jengibre son elementos esenciales que dan este toque tan Schelesser a sus perfumes.
Ahora, de cara al final del verano y la llegada del otoño, el modisto español prepara dos nuevas fragancias con las que conquistar el mercado. Dos perfumes con el sello distintivo e inconfundible de Angel Schelesser que harán las delicias de sus seguidores más incondicionales.
Por un lado, para ellas, Agua de Jazmín. Un perfume que deja un agradable aroma a flores blancas. Como no podía ser de otra forma, las notas cítricas toman el mando en la salida (con toques de mandarina, bergamota y pomelo), para dar luego paso a un corazón floral en el que la gardenia, la peonía y la Tuberosa consiguen ese aroma tan propio del jazmín tan propio de los naranjos en flor. Pureza en estado máximo.
Por otro lado, para ellos, Agua de Vetiver. un perfume que también rememora la sencillez y la calidez de la gama de fragancias masculina de Angel Schelesser. Un perfume que combina a la perfección sus toques afrutados y amaderados para conseguir una fragancia fresca que, aún así, marca en las distancias cortas.