En los últimos años, las celebrities más cotizadas han firmado contratos con las casas de perfume más conocidas para asociar su nombre con un olor de la firma o bien creando perfumes propios contando con la ayuda de grandes perfumistas. Con esta acción, actrices, cantantes y modelos sumaban un pellizco nada desdeñable a sus suculentas cuentas.
Estos productos, generalmente, no suelen tener la longevidad de las fragancias clásicas. Sin embargo, hay perfumes que por su calidad y popularidad llevan ya tiempo comercializandose cosechando mucho éxito.
Una de ellas es la fragancia de la cantante y actriz Jennifer López que en 2002 lanzó Glow y desde entonces se ha convertido en el aroma imprescindible de muchas mujeres. Tal vez sea que consiguió lo que pretendía: ser un perfume tan sexy como la misma Jennifer o tal vez sea el frescor del neroli, el azahar y el pomelo rosa; pero lo cierto es que nos ha cautivado.
La cantante Britney Spears, ídolo de millones de adolescentes alrededor de todo el mundo, tiene ni más ni menos que la friolera de cuatro perfumes diferentes. Son perfumes muy dulces, sensuales y con un toque de atrevimiento, y que han contado, como es el caso del último llamado Radiance, con la maestría de perfumistas como Honorine Blanc y Harry Fremot.
La actriz estrella de “Sexo en Nueva York”, Sarah Jessica Parker, no podía ser menos y comercializó Lovely, una fragancia muy personal que se inspira en el amor de la celeb por el ritual de perfumarse. Su esencia es maravillosa: un toque de lavanda, orquídea, ámbar, martini de manzana, deliciosa y floral. ¡Deliciosa!
Y, por último, no podemos olvidarnos de la archiconocida Beyoncé que aterrizó en 2010 con Heat en el mundo de los perfumes. Heat es una perfecta fusión de orquídeas, duraznos y magnolias, que transmite mucha fuerza y sensualidad. ¡Beyoncé en estado puro!