Desde su creación en 2012, La Vie est Belle compone, creación tras creación, la partitura olfativa para lograr la felicidad. El perfume de Lancôme se reinventa ahora con La Vie est Belle L’Éclat, una expresión francesa que recuerda la filosofía de vida y de felicidad o la declaración universal a la belleza de la vida.
Así pues, esta nueva fragancia posee un chispeante corazón de los ingredientes naturales más nobles, azahar, jazmín sámbac y bergamota, iluminados con una sonrisa de exquisitas notas afrutadas. Además, cuenta con la primera flor de azahar Gourmand creada exclusivamente por dos de los mejores perfumistas de Lancôme, Dominique Ropion y Anne Flipo.
Hace dos años, la firma les pedía traducir, en un aroma, la idea de la felicidad que se propaga irresistiblemente desde uno mismo hacia los demás, como un brillo de luz que se refleja hasta el infinito. De este trabajo ha nacido La Vie est Belle L’Éclat, la expresión de una felicidad que se magnifica cuanto más se comparte. Una fragancia crujiente en la salida y suave y generosa en el fondo, bañada en la radiante frescura del azahar.
“La flor de azahar es uno de mis ingredientes favoritos porque sus facetas son inagotables”, admite Anne Flipo y añade: “Me pareció que la elección evidente para La Vie est Belle L’Éclat era explorar la mezcla de sus facetas luminosas, frescas, resplandecientes y sensuales para expresar la femineidad decididamente optimista del perfume”.
En el fondo, el acorde Gourdmand inimitable de La Vie est Belle es reinterpretado por Dominique Roupion alrededor de la vaina de vainilla, el ambroxan y el sándalo: “¿Cómo podía reinventar la icónica adicción de La Vie est Belle? Con una combinación de notas cremosas y solares”, explica. “Sustituí el acorde Gourmand original por una suave pero potente vaina de vainilla LMR CO2. Envuelta en las confortables notas de sándalo, contribuye a crear una deliciosa crema de flor de azahar”, señala.
Para expresar la idea de la felicidad que se expande, se cubrió las curvas del frasco original, “la sonrisa de cristal”, con una infinidad de facetas. Concebido por los artistas cristaleros de la histórica Maison Pochet, ese nuevo frasco es el fruto de una increíble proeza técnica, así como de inmuerables pruebas antes de poder reproducir los bocetos de la diseñadora Catherine Krunas mediante líneas depuradas y moderas. Cada uno de los 221 fragmentos que adornan la botella está compuesto de cinco facetas cuyos ángulos fueron afinados a mano cuando se crearon los moldes para que cada uno cobrara vida y luz. La sonrisa se transforma así en un deslumbrante caleidoscopio, multiplicando cada rayo de luz para reflejarse hasta el infinito.
Por supuesto, para este nuevo perfume, la actriz Julia Roberts aparece cautivadora, sentada en medio de una multitud entre la que destaca ella irradiando una presencia más solar y luminosa que nunca.