Con el verano a la vuelta de la esquina y los días de sol aumentando poco a poco, cada vez es más frecuente ver la arena de las playas que bordean nuestras costas llenas de bañistas. Y aunque parezca que el sol llega con menos fuerza que en pleno mes de agosto, no hay que relajarse lo más mínimo. Las quemaduras están a la orden del día y hay que protegerse de ellas.
En La Perfumería Digital hemos hablado con Eva Merino, asesora cosmética de Perfumerías Laguna, para que nos ayude a solventar algunas dudas sobre el uso de las cremas solares y los productos asociados. Si algo nos ha quedado claro después de charlar con ella, es que los bronceadores son imprescindibles y «siempre» hay que utilizarlos antes de exponernos al sol «para evitar sus efectos nocivos».
El factor solar utilizado, en todo caso, «dependerá del tipo de piel de cada cual», aunque como bien apunta Eva Merino, «es recomendable» en las primeras exposiciones utilizar «factores altos». «Progresivamente se pueden ir bajando conforme nuestra piel va adquiriendo color. Hay que tener en cuenta que no por utilizar un factor alto, no te vas a dejar de poner moreno. Lo que va a evitar es que te quemes», sostiene.
El rostro es una zona «sensible y que se mancha con facilidad». Es por ello que la asesora cosmética recomienda utilizar «productos específicos y con alto nivel de protección» con los que, «a la vez que evitamos las manchas, prevenimos la aparición de arrugas prematuras provocadas por el sol».
Anne Moller, garantía de calidad
A la hora de recomendar una buena marca, Eva Merino se decanta por la «completa» línea de productos de Anne Moller, con bronceadores, after sun y productos específicos para el rostro. «Anne Moller une calidad, investigación, tecnología, innovación y todo ello a un precio muy razonable», afirma.
Por último, respecto al uso de aceites, la asesora cosmética defiende que estos «no son malos siempre que tengan protección solar». «Es una elección que depende más del gusto de cada uno en cuanto a textura, porque hoy en día hay aceites de hasta factor 20». El problema, según Eva Merino, reside en los aceites sin protección. «Es una barbaridad porque aparte de quemarte, luego la piel tiene memoria y lo que hoy es una quemadura, puede acabar siendo un problema grave de piel. Hay que protegerse y repetir la aplicación cada dos horas», concluye.
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