¡SOS! Llega el verano y… tenemos que descubrir nuestros pies después de varios meses escondidos. Entonces, es cuando nos damos cuenta de que nuestros pies no van a lucir bonitos con sandalias. Callos, rugosidades, sequedad o uñas dañadas nos estropean las ganas que tenemos ya de ponernos un zapato cómodo con la llegada del calor y dejar atrás las botas.
Pero, ¡tenemos la solución! Puedes hacerte una pedicura de forma profesional sin salir de casa, con dispositivos realmente innovadores que suavizan la piel seca, dura y agrietada que ha aparecido tras estos meses de encierro de nuestros pies.
Estos aparatos han supuesto una revolución en la pedicura desde hace unos años, ya que con poco esfuerzo se logran unos resultados excelentes. Hay limas electrónicas que trabajan con tecnologías, como la micralumina, que, actúa sobre la piel endurecida y muerta, desapareciendo de forma muy rápida.
Otros aparatos también cuentan con un sistema ‘waterproff’ para eliminar más fácilmente las incómodas y desagradables callosidades. Además, la mayor parte de estas máquinas son recargables y tienen repuestos para que puedas seguir utilizándolas en muchas más ocasiones.
Además los aparatos profesionales pueden ser completados con materiales más tradicionales, cuyo primer paso, antes de emplearlos, es mantener en remojo los pies durante 10 minutos. De esta manera, luego se podrán pintar unas uñas más bonitas.
Después, hay que cortar y limar las uñas. Para ello, se usaremos un cortaúñas y una lima de uñas para arreglar los bordes. El paso siguiente será retirar las cutículas, para lo cual usaremos un palito de naranjo o un cortacutículas. Recordad que hay que emplear aceite de cutículas para hidratar esa parte, ya que queda muy sensible tras quitarlas.
Tras pulir las uñas, hay que pasar a limpiar y suavizar la piel de los pies. Para ello, si no se tiene un aparato profesional, se pasa una piedra pómez o una lima de durezas por el talón y la almohadilla de los pies. Éstos vuelven a estar unos minutos en remojo para eliminar las impurezas. Cuando ya están secos, se pueden masajear con una crema de pies, de tal manera que quedan suaves e hidratados.
Y, por último, quedaría pintar las uñas… pero os lo contaremos más adelante 😉