Hace aproximadamente un mes dejamos un poco parada esta sección en la que venimos recopilando la historia que hay detrás de algunos de los clásicos del mundo del perfume. Hoy la retomamos para hablaros de uno de los perfumes por excelencia de Givenchy, Amarige y su resplandeciente feminidad.
Nacido en 1.991, Amarige pronto se convirtió en uno de los perfumes de referencia en la década de los 90. Estamos ante un precioso ramo de flores amarillas en torno a la mimosa, con notas anaranjadas refrescadas por el palo de rosa. Una combinación clásica y dulce. Muy femenina.
Con Amarige, Givenchy quiso reflejar la alegría y la felicidad de una noche de verano en pleno Mediterráneo. La seducción que se respira en el ambiente. El nombre del perfume es anagrama de ‘Mariage’ (matrimonio en francés), por lo que la felicidad está presente en cada una de sus notas olfativas.
Felicidad, alegría, celebración, feminidad, seducción. Amarige de Givenchy.