Las comedias románticas, tan apropiadas para estas fechas que rondan el Día de San Valentín, son un clásico de la gran pantalla, por el numeroso público que concentran en torno a sus títulos. Sin abordar en esta ocasión los clásicos del género, echamos la vista atrás desde el punto de inflexión que significó para el género romántico ‘Pretty Woman’. Julia Roberts y Richard Gere cautivaron al público hasta el extremo convertise en la película más vista en repetidas ocasiones por el público. Un ejemplo de cómo la gran pantalla puede despertar a una legión de fanáticos alrededor de la ficción. La idealización de una relación entre una prostituta novel y un multimillonario, el nacimiento espontáneo del amor entre dos perfiles a priori fríos y calculadores, así como un toque sutil de comedia y de dramatismo, convierten este largometraje en uno de los referentes obligados para los enamorados de ahora y de antes.
Precisamente, la gran pantalla atiende en España con expectación el estreno, después de San Valentín (18 de febrero) de ‘Cisne negro’, dirigida por Darren Aronofsky y protagonizada por Natalie Portman, enfrentada al que se presupone el papel más exigente que ha tenido la actriz en toda su carrera y, a la postre, el de su consolidación. Una historia de amor salpicada por el afán de superación y la exigencia fría de la representación de un papel artístico. Poco tiene que ver con el tono romántico de ‘Pretty Woman’, pero este drama amoroso va camino de convertirse en un referente similar para los cinéfilos del género.
Aún así, San Valentín se celebrará sin un cisne negro, con la opción abierta para las parejas de rescatar títulos románticos alternativos: Titanic, Cuatro bodas y un funeral, El diario de Bridget Jones, Amelie, La princesa de cabello kilométrico…