El contouring es una técnica de maquillaje utilizada por nuestras celebrities y dado a conocer por las mas famosas blogueras. Consiste en esculpir la cara con la ayuda de luces y sombras y conseguir los rasgos que siempre se han querido a golpe de brocha. Lo increíble de esta técnica es que se puede resaltar o disimular cualquier zona del rostro, como nariz, mejillas, barbilla, labio o mandíbula. Siempre teniendo en cuenta que se aplicaran los tonos mas claros para resaltar y los oscuros para disimular.
Lo mejor del contouring es que, sea cual sea el tipo de cara, hay un tipo de técnica para armonizar al máximo las facciones, ya que no todos los rostros están cortados con la misma tijera. Nos permite encontrar los pómulos que no creíamos tener.
De esta manera, un rostro en forma de corazón debería concentrar el color oscuro en las partes más anchas de su cara, es decir en la parte baja de sus mejillas e iluminamos frente, la parte de debajo del ojo y barbilla. Un rostro de forma rectangular debe intentar crear algunas curvas en su rostro, por lo que se necesita concentrar el color en las orillas, cuidando que las líneas no sean completamente rectas. Cuando se trata de un rostro ovalado hay que definir la línea natural del pómulo, aplica el color desde el centro de la oreja en diagonal hacia la esquina de tu boca. Y por último, cuando maquillamos un rostro circular, hay que aplicar el color en las orillas exteriores creando una diagonal y llevar el tono sobre toda esta zona.
Gracias a la prestigiosa firma de Shiseido, nuestra asesora de belleza Marta Merino ha tenido la oportunidad de conocer de cerca esta técnica de la mano de Antonio Serrano, maquillador oficial de la marca. Según nos cuenta, ha sido una experiencia increíble, pues ha visto cómo se puede sacar el máximo partido a nuestras facciones, resaltando los puntos positivos que tenemos y difuminando las pequeñas imperfecciones. Todo un día de taller en el que, además, de aprender, disfrutó practicando la técnica con el resto de compañeras.
Pero mejor, nos cuenta ella la experiencia:
“Como ya conocéis la importancia de la doble limpieza de Shiseido, el primer paso es desmaquillar y limpiar bien el rostro. A continuación, utilizamos el Refining Makeup Primer, una base ideal para eliminar imperfecciones, minimizar el poro y alisar la piel que aplicaremos especialmente en la zona T del rostro. El siguiente paso es utilizar el Perfecting Stick Concealer, corrector del contorno de ojos. En mi caso, he utilizado el Nº 22. Tras corregir el contorno aplicamos la base de maquillaje. Por mi tono de piel, me he decidido por Synchro Skin Lasting Neutral 4 (N4); y ya tendríamos el lienzo preparado para pasar al contouring.
Para dar el sombreado, utilizamos el Broncer Poudre 2 Medium. El efecto que quería conseguir es marcar el pómulo y definir el contorno facial. Para ello, usé este color con una brocha plana desde el centro de la oreja en diagonal hasta la esquina de la boca y alrededor de todo el contorno del óvalo facial. Para dar el toque de luz utilicé Luminizing Satin Face Color BE206, ya que tengo una tez morena. En este caso lo apliqué bajo el ojo, justo encima del tono oscuro que había aplicado en el pómulo, en el centro de la nariz, lagrimales, sobre el labio superior y la barbilla. Una vez que ya hemos conseguido los efectos deseados terminé mi maquillaje con un toque de color: colorete, sombra, mascara de pestañas y labios. La verdad que es un maquillaje rápido, sencillo y perfecto para cualquier ocasión. ¿Te atreves?
Os enseño mi resultado:”